
Una criba necesaria para determinar si realmente podía haber en él un nuevo cura. Tras cuatro años en Toledo con los Operarios del Reino de Cristo decidió finalmente que lo suyo era la diócesis y no la vida en comunidad. «Quiero impartir la Eucaristía», dice.
Desde el pasado mes de octubre, se 'entrena' en la iglesia gijonesa de San José de la mano del rector don Jaime y el párroco, don Adolfo.
El Comercio
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