Raquel Solís Pérez, de 23 años, enfermera, culminó ayer su conversión al catolicismo con la recepción, en una sola ceremonia, de los sacramentos del bautismo, de la confirmación y de la primera comunión. El rito, infrecuente, es el correspondiente a los adultos que deciden ingresar en la Iglesia católica.
El acto de ayer, que se celebró en la iglesia parroquial de San José, fue dispuesto por la Sociedad Familiar Eclesial Lumen Dei, integrada por sacerdotes, hermanas consagradas y laicos, y fundada por el sacerdote asturiano Rodrigo Molina (Pravia, 1920-Madrid, 2002). Lumen Dei dispone de dos comunidades en Asturias, una en Gijón, con tres hermanas, y otra en Oviedo, en el palacio episcopal, con cuatro.
La Nueva España
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