San José Obrero, patrón de Ujo, salió de la parroquia de Ujo (Mieres) transportada por cuatro jóvenes del pueblo.
Tras ellos, numerosos vecinos, al menos un centenar, iniciaron el desfile religioso que recorrerió más tarde las principales calles de Ujo.
Tras la procesión, sin duda uno de los actos más seguidos, tuvo lugar la tradicional puya'l ramu.
Es típico en la cuenca del Caudal subastar estos panes durante las fiestas patronales, ya que son una buena manera de recaudar dinero para el mantenimiento de la imagen o la cofradía y, además, cuentan con auténticos forofos, que no dudan en aflojar el bolsillo cuando se trata de su santo.
El Comercio
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