"Un cura de estilo sencillo, al que le interesa lo humano, lo social y lo religioso"

San Lázaro celebra el domingo el 40 aniversario de la creación de la parroquia. El párroco Celestino Castañón recuerda los orígenes de un proyecto que él mismo lideró para el barrio.


-- Cómo será el aniversario?

--Hemos juntado dos fechas: celebramos las bodas de rubí de la parroquia y el 25 aniversario de la inauguración del templo. Será un acto muy sencillo, habrá una exposición de los artistas del barrio, una eucaristía que celebrará el arzobispo Osoro al mediodía y una comida posterior, para la que ya se han apuntado 200 personas.


-- Cuánto tiempo lleva al frente?

--Desde que se creó. Primero estuve en Avilés, Santa Cruz de Mieres, el colegio La Salle... Hasta que monseñor Tarancón me trajo aquí en 1968. No había iglesia, pero estaban los albergues y empezamos viendo lo que se podía hacer.


-- Qué se consiguió para el barrio cuando ya era parroquia?

--Cuando abrimos la escuela gitana para las familias del barrio comenzamos con la campaña sobre la necesidad del templo, porque hasta entonces la misa se celebraba en un pasillo de la escuela. Hicimos el grupo de montaña, el instituto comenzaba a construirse, la primera hoja parroquial, dimos cursillos de fontanería y electricidad...


-- Cómo fue ese proceso para conseguir el templo?

--Hubo una campaña por todo Oviedo. No había dinero y teníamos que pedirlo a todo el mundo, así que me lancé a sacar fotos y hacer carteles por mi cuenta para ahorrar.


-- Hubo muchos cambios después de su creación?

--En 1990 se cambió el nombre del templo de San Lázaro de Otero a San Lázaro del Camino, como se llamaba en el siglo XVIII porque por aquí pasaban los peregrinos que iban hasta San Salvador, un nombre que se debe al hospital de leprosos o malatería, del que San Lázaro era patrón. Con ese cambio hicimos una peregrinación desde San Isidoro de León en tres días, toda una hazaña.

--Siempre ha estado muy implicado con los vecinos.

--Sí, me ha interesado mucho lo social y mi estilo siempre fue la sencillez. En 40 años me quedan gratos recuerdos, porque trabajamos por la promoción del barrio en todos los aspectos: humano, social y religioso. Volvería a repetir lo que hicimos, llevo 56 años de sacerdote y lo sería otra vez.


-- Qué nuevos retos afrontan?

-- Sobre todo en la pastoral. El ambiente ha cambiado, tenemos que animar a los que se inician en la familia cristiana y vincular a los jóvenes con la fe.

La Voz de Asturias