Leo que en un pueblo de Navarra los monaguillos se han querido ir a una huelga porque les pagaban poco. Ante el plante del «picolo clero» parece que el párroco ha negociado con ellos, y todo «el problema» acabó en un acuerdo. Quisiera saber cómo ha quedado el acuerdo, y si les han subido el sueldo a los monaguillos navarros.
Aquí, en Oviedo, tuvimos ayer el encuentro de monaguillos de la diócesis y, según parece, los formadores están de acuerdo en que «el obrero es digno de su salario», como recuerda San Pablo, por eso no ha saltado a la prensa regional ninguna reclamación de estos cien chavales asturianos que se reúnen en el Seminario.
En mis tiempos de chaval, mis amigos y yo nos pegábamos por ser monaguillos, y el cura, cuando tenía que castigarnos por algo, lo que hacía era tenernos dos semanas sin el premio de ayudar a misa. ¿Y de cobrar? Nada, aunque si alguna vez caía una propina, nos encantaba como a todo hijo de vecino.
No hay que olvidar que muchos de aquellos chavales que ayudábamos al altar no nos quedamos sin premio. Para tantos y tantos, ahí comenzó nuestra vocación sacerdotal. Ése fue nuestro mejor sueldo, y nos olvidamos de todos los convenios laborales que luego ha traído la seguridad social. A mí, siendo monaguillo, el único sueldo que recibí, y que todavía perdura, fue el de la alegría.
Manuel Robles
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