El 19 de abril de 2005, a las 17.50 horas, el cardenal Joseph Ratzinger sucedió a Juan Pablo II convirtiéndose en el Pontífice número 265 de la Iglesia Católica.
Sus primeras palabras como Benedicto XVI fueron sencillas: 'Queridos hermanos y hermanas, después del gran Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor.
Me consuela que el Señor sepa trabajar con instrumentos insuficientes y me entrego a vuestras oraciones'.
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