Ya hacía unos años que no se celebraba esta fiesta de San Juan Bautista en el pueblo de Caborana. Pero este año, gracias a Manolín, el sacristán y a Pepín Secades, junto a un grupo numeroso de la parroquia se ha recuperado una fiesta que fue tradicional en el pueblo.
A las 12 de la mañana se tuvo la misa solemne, donde el sacerdote que los atiende, Manuel Robles, glosó un poco la vida del santo educador, afirmó que "Juan era un chico de categoría que decidió hacerse sacerdote y se dedicó a atender a la educación de los niños más necesitados. Todo su edificio formativo se basaba en tres columnas: la oración, el buen ejemplo, y la caridad", afirmó el religioso.
Después de la misa se compartió la botellina de vino y el bollu preñado como en los viejos tiempos. Los organizadores piensan el próximo año organizar unas jornadas sobre la presencia de los hermanos de la Salle en Aller y recuperar a los antiguos alumnos que fueron al colegio de los Hermanos de la Salle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario