El centro de deshabituación alcohólica La Santina, dependiente de Cáritas, celebró ayer su décimoquinto aniversario trabajando, como ha hecho de forma ininterrumpida desde que abrió sus puertas.
Durante los últimos siete años han pasado por las instalaciones un total de 515 usuarios, de los cuales 447 fueron hombres y 68 mujeres. Del número total de internos, el equipo terapéutico ha dado el alta a 209 pacientes.
Si todo sale según lo previsto, a finales de 2009 Cáritas abandonará la casa de Mareo en la que lleva 15 años trabajando en la rehabilitación de alcohólicos. Para entonces, espera tener listo el nuevo edificio que construirán en la parroquia de San Martín de Huerces, en un terreno cedido por la diócesis, y en el que tendrán una nueva casa de dos plantas, con capacidad para acoger a 27 personas (cinco más que en la actualidad).
En principio, el coste del equipamiento, unos 240.000 euros, correrá a cargo del Arzobispado, a través de las colectas del Año Santo de la Cruz y del Sínodo. El Gobierno regional cuenta con un convenio de colaboración mediante el que, de forma anual, concede 120.000 euros para su actividad.
El Comercio
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