sábado, 12 de abril de 2008

Don Gabino, Arzobispo emérito de Oviedo, cuenta su vocación


Me vino la idea de ir al Seminario en 1941, cuando con 15 años asistí casualmente a la ordenación de sacerdotes en mi pueblo.

Descubrí la situación de la diócesis toledana, que ignoraba: de los 600 curas que había en 1936, habían sido asesinados unos 300 y el resto habían sido encarcelados.

Más tarde, ya siendo seminarista y sacerdote, mi actitud interior, gracias a Dios, evolucionó siempre a favor de la paz social y de la concordia, no participar en odios, ni en venganzas y estar dispuesto a ayudar a todos los que me necesitaran.

Eso es lo que he tratado de vivir siempre como cristiano, como sacerdote y como obispo, con muchos fallos por mi cuenta.

José Lorenzo, de Vida Nueva

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