
Ya están en el lugar adecuado, en los altares de Corias, para que los fieles puedan venerarlos, para que puedan recordar su martirio.
El arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, y el vicario provincial de los Padres Dominicos de la Provincia de España, el padre Óscar Jesús Fernández Navarro, presidieron ayer la solemne ceremonia de homenaje a los llamados mártires de Corias y el traslado de los restos de los cuatro beatos pertenecientes a la comunidad dominica de Navelgas (Tineo).
Celestino Alonso Villar, Santiago Franco Mayo, Gregorio Díez Pérez y Abilio Sáiz López descansan ya en la capilla de San Melchor de Quirós después de que sus sepulturas hayan permanecido durante años en el claustro principal del monasterio. A partir de ahora serán objeto de veneración.
La emotiva ceremonia, celebrada en la tarde de ayer en el monasterio, contó con la presencia de familiares de tres de los cuatro mártires beatificados en Roma el pasado año. De hecho, fueron ellos los encargados de llevar sus pequeños féretros en procesión desde el claustro hasta la iglesia.
«Este acto es una gracia de Dios para la iglesia y para Asturias por tener unos hombres que se identificaron con Jesucristo en su entrega por los demás, en la expresión máxima del amor de un hombre hacia otro. Hoy ponemos los recursos para hacer memoria de ellos y poder pedir su intervención ante Dios y colocarlos en un lugar digno para que puedan ser venerados dentro de la iglesia». Carlos Osoro se refería así a los beatos.
El Comercio